Quizás alguna vez has experimentado una sensación de confusión o falta de claridad mental, algo así como tener la mente nublada, dispersa y demasiado cargada. Este fenómeno es conocido como niebla cerebral. Y además, suele estar acompañado por problemas de memoria y dificultades para enfocar la atención y articular palabras.
El exceso de trabajo, la multitarea o el abuso de sustancias (como el alcohol, el tabaco o las drogas) pueden causar esta sensación de neblina mental. No obstante, hay varias solucionares para disiparla.
Comer adecuadamente, dormir más o mejor, hacer ejercicio habitualmente o relajarse son algunas de ellas.
Otra solución puede ser llevar a cabo una desintoxicación del organismo, ya que las toxinas acumuladas por la contaminación y la mala alimentación influyen en este estado cerebral.
Lo primero que tienes que eliminar de tu dieta es lo que en algunos círculos denominan VENENOS BLANCOS.
Los venenos blancos son el azúcar refinado y todos los edulcorantes. Además, también se incluyen el jarabe de maíz, el arroz blanco, la harina refinada y sus derivados. Y en algunas ocasiones, también la sal refinada e incluso la leche pasteurizada.
Pero, ¿por qué es necesario eliminar estos productos de la alimentación para disipar la niebla cerebral?
La razón principal es que el cerebro se alimenta de carbohidratos. Los carbohidratos refinados causan un subidón que resulta muy estimulante, pero la bajada de glucosa es igual de rápida, produciendo un estado de carencia.
Esto conduce a cambios de humor, irritabilidad, cansancio, confusión y deterioro del juicio, es decir, niebla cerebral.
Por otra parte, evitar en la medida de lo posible los alimentos con gluten también ayuda a disipar las distracciones y a mejorar la concentración.
Se ha descubierto que el trigo empeora los trastornos cerebrales como la esquizofrenia, el autismo y el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad).
Aunque suprimir el gluten puede provocar síntomas de abstinencia temporales, por lo general merece la pena.
También hay que reducir de la dieta los aditivos alimentarios. Muchos de ellos están presentes, curiosamente, en los alimentos promocionados como saludables.
Entre la larga lista de efectos secundarios que tienen, los aditivos alimentarios pueden causar niebla cerebral y otros síntomas relacionados con el cerebro.
Algunos de ellos son dolores de cabeza, cambios de humor, mareos, ansiedad y depresión.
Las grasas saludables son un importante combustible para nuestro cerebro. Alimentos como las nueces, los aguacates, el aceite de coco, el aceite de oliva virgen (sin refinar), el salmón, los huevos y la carne ecológica son muy buenos para mejorar la función cerebral.
También se ha encontrado que grasas saturadas como el aceite de coco o la mantequilla de Ghee son muy beneficiosas para la salud del cerebro.
También es importante prevenir la deshidratación bebiendo mucha agua y consumiendo alimentos ricos en líquidos.
El volumen de agua del cerebro alcanza el 75%, por lo que incluso una deshidratación leve afectará la capacidad de pensar con claridad.
De hecho, hace falta solo un 2% de deshidratación para que la atención, la memoria y otras habilidades cognitivas se vean afectadas.
Añadir yodo a la dieta es también una buena forma de prevenir la niebla cerebral. Las algas marinas son una buena opción, ya que son uno de los alimentos más ricos en yodo o consumir sal yodada.
Otro alimento muy interesante para facilitar la claridad mental son los arándanos (frescos o congelados).
Una buena cantidad de estudios publicados indican que estos frutos rojos tienen un efecto beneficioso sobre la función cognitiva.
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